domingo, 17 de abril de 2011

Un divertido “mix”.

Ya ha empezado la Semana Santa Marinera. Todo un acontecimiento sorprendentemente variopinto y lleno de paradojas, que puede despistar a muchos o hundirlos en la perplejidad. En mi parroquia hay diez cofradías de Semana Santa -(¡sí, diez!)- lo que implica que por su parte, ésta tiene que disponer de una buena estrategia y mejor logística para atender y ocuparse de ellas. Menos mal que tengo un sacristán que me la dirige muy bien…
Al final, la Semana Santa de los Ángeles es una especie de mezcla de los siguientes e "interesados" elementos: el de los medios de comunicación, que como este año cae ya lejos del comienzo de la Primavera,  esta vez no nos hablan de las fiestas del solsticio, pero siguen con la monserga de presentarla como si la Semana sSanta hubiera nacido secularmente por generación de esporas, sin relación absoluta con la fe en Jesucristo que a su manera, ha tenido siempre el pueblo de El Cabañal.
Después hay otros que quieren hacer de la Semana Santa un mero espectáculo cultural: su colorido, su hondo sentido antropológico y etnológico etc., y obnubilan así sus esencias cristianas.  sueeln ser gente muy enraizada en estos pueblos y yo creo que traicionan la uatentica tradición "semnasantera" (perdón la palabra!). Desde el ente general que cordina y dirige toda la organización de estos eventos (que, últimamente, cuando surge algún conflicto, se dedica a lanzar balones fuera, a mirar para otro lado, cuando deberían realmente implicarse) se ha llegado a pedir, en y desde la prensa, que a nuestra Semana Santa le vendría muy bien que se llenase de toreros, artistas y políticos (¡uf!)
Y por último, están los curas, que aunque no son indígenas, sí que intentan hacerse y encarnarse en el pueblo,  y que quieren sacar partido  y provecho de la Semana Santa, recordando sus auténticas raíces, aprovechando en lo posible, estos medios de la religiosidad como instrumentos para evangelizar y hacen lo que pueden aunque piensen algunos, ¡menudo rollo!
La gente normnal y sencilla que forma las cofradías, al final vive lo que puede. Y en ellas se hace a veces una mezcla –un “mix”- de todos estos aspectos. Pese  a todo, no me desanimo: ¡adelante, y a estar bien con todos!. ¿O hay otra solución?

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