¿Dónde? Es tal vez la pregunta que uno se
puede hacer después de leer el relato de la Ascensión del Señor. El espacio –como-
el tiempo es la dimensión que nos sirve de coordenada para nuestro conocimiento
de los sucesos y las cosas.
La pregunta con respecto a este misterio
sobra, porque la respuesta sería absurda. ¡Jesús no es un meteoro que se sale
de la atmósfera y llega a una mansión de oro más allá de los agujeros negros…
de otras galaxias! Eso, para las películas de ciencia ficción en 3D.
¿No será que Muerte, Resurrección, Ascensión
son tres estadios diferentes y graduales de la acción de la mano salvadora
de Dios a través de su hijo Jesús?
Lo cierto para mí, es Jesús sigue estando
aquí, bien presente y vivo en la vida que me ha tocado vivir y el mundo que tengo que transformar.
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