El Vaticano debería desaparecer. Sí, me
refiero a toda esa macro estructura que tiene la Iglesia Católica, que es un
autentico impedimento para anunciar limpiamente el Evangelio.
Los que creen (entre los que se cuenta este humilde servidor) saben muy bien que eso que está pasando -y ha pasado en otras épocas en Roma- es todo ambición y ansia de poder de esos personajes vestidos como pavos reales que se mueven en la curia vaticana y que eso, precisamente, esos graves pecados, no manchan ni ensucian el cuerpo glorioso y puro de la Iglesia porque es el de Cristo. Pero los que vacilan en su fe o carecen de ella, se tambalean y caen, cuando se fijan en estas miserias. Estoy con ellos y desde lo más hondo protesto y grito: ¡basta!
Los que creen (entre los que se cuenta este humilde servidor) saben muy bien que eso que está pasando -y ha pasado en otras épocas en Roma- es todo ambición y ansia de poder de esos personajes vestidos como pavos reales que se mueven en la curia vaticana y que eso, precisamente, esos graves pecados, no manchan ni ensucian el cuerpo glorioso y puro de la Iglesia porque es el de Cristo. Pero los que vacilan en su fe o carecen de ella, se tambalean y caen, cuando se fijan en estas miserias. Estoy con ellos y desde lo más hondo protesto y grito: ¡basta!
Ahora, pues, resulta que el que le sirve la
sopa y escancia la copa del Papa es un espía, es un traidor… ¡Y un banquero,
responsable de las finanzas vaticanas que ha querido tirar de la manta, ha sido
fulminantemente destituido! Y luego despreciamos
las noveluchas de intriga que se escriben sobre el Vaticano.
¡Dios mío, vela por tu Iglesia!
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