Hoy, domingo día
17, ha sido un domingo muy eucarístico. Por la mañana, he celebrado
una Misa en la que he dado la Primera Comunión a un niño que, particularmente y sin nada especial, había sido preparado. Por la tarde aquí en el Cabanyal-Canyamelar
hemos celebrado el Corpus Christi del Marítimo.
Ha sido una
procesión que, aunque realizada con dignidad, parecía ir cuesta arriba. Hemos atravesado
calles con más basura que en un vertedero, -parece que el servicio municipal de limpieza considera estas calles no dignas de ser limpiadas- con familias enteras que en sofás y sillones
(¡!) sacados de sus casas, estaba merendando.... Mientras daban cuenta de la tarta
helada, el Santísimo Sacramento pasaba a su lado. Otros, con mesa puesta en la
calle, jugaban al dominó, A la vez, pasaba el palio con el Santísimo. En los semáforos
se sorteaba el tráfico como se podía ¡hay un riesgo real de ser alguin atropellado! (¿Dónde la policía?)
Menos mal que
algunas cofradías ha preparado preciosos altares para hacer las distintas
estaciones, y la gente que acompañaba era muy devota. Otra cosa es que algunos mirones
que hablaban a medio metro del paso del Santísimo, de esos que en las acerasno saben ni lo que estan mirando o contemplaban el paso de la procesión
entretenidos comiendo pipas.
A me ha correspondido
llevar un rato la custodia. Me acordaba de aquella escena final de “La misión”,
en que el padre Gabriel, os sea, Jeremy Irons, portaba también la custodia
acompañado de los indiecitos, manifestando con su gesto mudo y su grito silencioso,
su protesta pacífica contra la injusticia, la violencia y el genocidio que en
la película realizaban los portugueses y los españoles.
Ahora muchos de nosotros entendemos la Eucarsitia como un rito tedioso o como simplemente una inactiva presencia de Cristo olvidando que es el memorial de la pasion, es decir de la entrega y el sacrificio pòr los hombres. No hay Eucaristía sin entrega, sin grito solidario y empeño de lucha por un mundo mejor.
Ahora muchos de nosotros entendemos la Eucarsitia como un rito tedioso o como simplemente una inactiva presencia de Cristo olvidando que es el memorial de la pasion, es decir de la entrega y el sacrificio pòr los hombres. No hay Eucaristía sin entrega, sin grito solidario y empeño de lucha por un mundo mejor.
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