Antes de anoche, la Junta Parroquial de la Semana
Santa de los Ángeles me hizo un sentido homenaje con motivo de mis diez años
como párroco y por tanto como consiliario. (En realidad faltan algunos mese
para cumplirlos).Fue un poco sorpresivo, aunque uno al final por algunos signos
ya lo iba barruntando. Como fuere, un
muy agradable gesto por parte de las cofradías que asistieron, con una sencilla
cena y después a los postres y un entrañable discurso que leyó Juan Huélamo, me
obsequiaron con este bonito cuadro-recuerdo
de mis diez años de “jefe espiritual de las huestes de la Semana Santa”.
Nos acompañaba Begoña, nuestra querida Presidenta de
la Junta Mayor. Además decirles que ésta no es mi despedida, y pedir perdón por
mis errores y gracias a Dios por mis aciertos, afirmé, como es bien cierto, que soy muy feliz
como cura de El Cabanyal, y les animé a seguir en el mejor camino que podemos andar
como cofrades: haciendo de las cofradías una verdadera fraternidad, cuyo Hermano
Mayor es Cristo.
Alabé también el texto que se había escrito en el
cuadro: a fin de cuentas siempre he buscado respetando la autenticidad de la
Semana Santa hacer que ésta sea lo más cristiana posible.
Gracias, querida Junta Parroquial.
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