“Hacer meditación es colocarse
justamente en ese preciso instante: has sido un vagabundo, pero puedes convertirte
en un peregrino. ¿Quieres?
Despertar es descubrir que estamos
en una cárcel. Pero despertar es también descubrir que esa cárcel no tiene
barrotes y que, en rigor, no es propiamente una cárcel. ¿Por qué he vivido en una
cárcel que no es tal?, comenzamos entonces a preguntarnos. Y vamos a la puerta
. Y salimos. Hacer meditación es ese momento en el que salimos.”
En estos tiempos
de marasmo eclesiástico, de sensación de orfandad episcopal, ¿cómo no refugiarse
en la oración y la meditación y en le silencio del corazón? Estos párrafos que
esta escritos antes, están tomados del libro de
Pablo D’Ors, “Biografía del silencio” editado por Siruela, Biblioteca de Ensayo.
Estos días ando leyéndolo.
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