martes, 13 de octubre de 2015

Una gran película recuperada: LOREAK / FLORES



Uno de los premios de una película que ya lleva tiempo estrenada y pasó desapercibida,  y  meses después (aquí, un año) es "recordada" debido a su nominación a algún galardón o en un festiva,l es que, si pasó sin pena ni gloria cuando se exhibió, por primera vez, ahora le llega  momento de su segunda oportunidad. Esto es lo que es lo que ha ocurrido con la película "Loreak". Esta fue presentada en el festival de San Sebastián, apreciada por la crítica pero sin ningún premio relevante y posteriormente  estrenada casi de tapadillo en los cines españoles en octubre del año pasado. A raíz de su nominación para optar a la mejor película de habla extranjera en el evento de la adjudicación de los Oscars del próximo año, ha vuelto  estrenarse.   En este momento la película se puede ver en los cines céntricos de nuestra ciudad.

Porque vale la pena verdaderamente haber podido rescatar este filme, el primero rodado con el idioma original del euskera, aunque para el público en general en Euskadi se exhibió con subtítulos en castellano y en el resto de España, doblada al idioma común. Así pues esta película firmada por los cineastas vascos Goneaga y Garaño, es una  muestra de la buena salud que el cine de Euskadi en este momento tiene .Un cine que a diferencia de la producción cinematográfica española delirantemente evasiva, mira hacia la vida y sus circunstancias con profundidad e interés. Es decir, el cine que a muchos buenos espectadores puede interesar.


Loreak narra la historia de Ane cuya vida da un giro cuando semanalmente comienza a recibir de forma anónima un ramo de flores en su casa. Por su parte las vidas de Lourdes y Tere también se ven afectadas por unas misteriosas flores. Un desconocido deposita cada semana un ramo en memoria de alguien que fue importante en sus vidas. Esta es la historia de tres mujeres, tres vidas alteradas por la mera presencia de unas flores. Flores que harán brotar en ellas sentimientos que parecían olvidados… Pero al fin y al cabo, no son más que flores.

“Loreak” es toda un prodigio de sencillez y sensibilidad. Es una película poblada por seres que no son de celuloide, sino personas de carne y hueso, que viven la vida de un modo anónimo y silencioso pero sobrecargadas de una gran humanidad. En este sentido muchos de nosotros nos podemos sentir totalmente identificados en ellos.

La película está realizada con una gran sencillez y con un gran cuidado de los pequeños detalles, que te hacen entrar lentamente en un relato lleno de suspense que recuerda en algunos momentos a la película “Vértigo” y que resalta además la fuerza de los lazos familiares. Tiene metáforas muy logradas como son el empeño de la vida simbolizado en  el cuidado de las flores o en el pendiente perdido, hallado y guardado, en el cadáver depositado en la morgue para prácticas de los estudiantes de medicina. Sus personajes parecen personas al  límite de la soledad, en una sociedad también que inmersa en una atmosfera de aislamiento y pesadumbre.

Pero a la vez  “Loreak”, es también una metáfora y símbolo de la sociedad vasca, que quizá guarde en silencio lo mucho que ha sufrido, que desea restañar las heridas producidas por esas situaciones de enfrentamiento y aislamiento que ha estado padeciendo. Esos ramos de flores que aparecen en la película son el signo de una querencia y al mismo tiempo de un olvido, de un afecto y un desamor, de unas vidas  abocadas a la separación y a la muerte. El filme es todo un grito y un clamor por restaurar lo que está roto, de acercar lo que anda distanciado.


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