Un buen
amigo y compañero
sacerdote lleva unos días de estancia en Palestina. Está
haciendo una convivencia de experiencia religiosa profunda que me imagino que
le será de gran
provecho para su vida personal. Rezo por él y le deseo que así sea.
Como un buen amigo, hace una semana se despidió de
mí. Yo le pedí a la vez que también que se acordara en algún momento en su
oración de mi persona. Más: y eso, siempre lo he pedido a los que van a tierra
Santa: que rezara precisamente por mí un Padre Nuestro en la capilla del Huerto
de los Olivos. De hecho, las dos veces que yo he estado en Tierra Santa, ése es
el lugar que a mí más me ha acercado a Jesús de Nazaret. Un Dios, tan humano
que se llena de tristeza, angustia y pavor ante la muerte. Impresionante. Mi fe en Cristo el Hijo de Dios, no puede ser tan
humana.
El otro día y desde allí, mi amigo me ha enviado por
WhatsApp además de su mensaje de afecto, estas dos fotografías que no pueden
ser más bíblicas, más significativamente
religiosas.
Él mañana
vuelve.
Sin duda la basilica de la agonia con su silencio, y su oscuridad buscada impacta. Tuve la ocasion de rezar acostado sobre la piedra sobre la que la tradicion cuenta que Oro Jesus.
ResponderEliminarDe hecho una de las cosas que aprendi en ese viaje fue la importancia que tiene rezar con nuestro cuerpo, algo a lo que aqui en occidente no damos valor, pero que alli tiene bastante.
Y comentarte que de a pesar de esto si yo tuviera que elegir de entre todos los santos lugares, quizas no me quedaria con este.
Recuerdo la Eucaristia en sala del cenaculo, la estancia, breve y silenciosa, pero sobrecogedora en el interior del Santo Sepulcro, rezando de rodillas con las manos puestas en la lapida donde Descanso El Cuerpo de Jesus (y donde Resucito).
Pero me quedo con otro lugar: la vision del lago Tiberiades tanto desde la orilla como desde dentro ,en la barca, no pude dejar de pensar: Ahora comprendo porque a Jesus Le Gustaba tanto. Alli senti una fresca sensacion de Pascua (en pleno Julio).