Construye tu casa.
Busca un buen sitio donde asentarla.
Ni cerca del bullicio y la mucha gente
ni tan lejos que te convierta en un náufrago.
Rodéala de paisaje
para que sientas el canto de los grillos y de las estrellas,
el piar y la brisa de los pájaros,
el pálpito y mecer de los árboles.
Construye tu casa.
Excava tú mismo los cimientos bien hondos,
Levanta tú solo la fortaleza de sus paredes.
Recubre con tejas, una a una, su espacio
para que te cobije una techumbre a tu medida.
Construye sobre roca, no sobre arena.
Tu corazón estará entonces a buen resguardo.
La noche no te hará daño
y el día no te abrasará.
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