Tomándolo al pie de la letra, “ecclesia semper est reformanda”, materialmente, las iglesias grandes como ésta de los Ángeles necesita constantemente de restauraciones y reformas. EL mantenimiento es muy importante y tienen que ser constante para que las cosas no vayan a peor.
A raíz de la restauración de nuestras campanas descubrimos daños en la parte más alta de la torre del campanario: grietas, roturas y desperfectos en el bonito templete que remata dicha torre. Aunque no había peligro inminente debido a que un balconcillo que hay alrededor puede recoger lo que de allí caiga, la cosa puede ir a a mayores y ya hace seis meses que movimos ficha para arreglarlo.
La semana pasada llegó la licencia municipal y ahora se está empezando a montar todo un ingeniosos andamio que desde su base se eleva a lo alto del edificio hasta cubrir totalmente el tramo más superior del campanario.
Todo sea por la seguridad y ornato de nuestro templo.
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