viernes, 16 de diciembre de 2011

Bullicio en el Cielo.

 

Anoche hubo gran bullicio en el Cielo. Fue el ensayo general de la aparición que los ángeles del Señor van a hacer a raíz del nacimiento del Hijo de Dios, o sea el Verbo, al que bautizara como Jesus el de Nazaret. El buen Dios-Abba  nos comunicó que según los cálculos que tienen los humanos su hijo Jesús iba a nacer de María en la  noche del veinticinco de diciembre, y que desde entonces la van a llamar “nochebuena”. ¡Mira que este Abba enamorarse de un a mozuela  de Nazaret con la edad que tiene!  Pero así es nuestro Dios!

Bueno, pues aquí estamos apretados y apresurados, colocadas nuestras mejores batas y alas y aureolas ensayando los primeros compases del “Gloria in excelsis Deo” con que despertaremos a los pastores adormecidos a medianoche. Los ángeles niños quieren que aprendamos un villancico a que a ellos les gusta mucho que dice algo de campanas sobre campanas…

Se sumaron con gran alegría, jóvenes, maduritos, mayores y niños a la fiesta del ensayo. Incluso algunos “ángeles del infierno” – esos que van de negro (¡siempre desentonando!) que su corazoncito tienen- a la gran fiesta del ensayo general. Dios-Abba nos dijo  que aún habría que ensayar un poco más. ¡Ah! Y después nos invitó a cenar: vedlo. (Las gambas, aunque están por las nubes, fueron asequibles, que para eso vivimos en ellas).

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