viernes, 27 de enero de 2012

Una tarde movidita


Ayer andaba tomado el centro de la ciudad de Valencia. Las manifestaciones contra los recortes en Sanidad, Educación, etc. han movido a muchos ciudadanos a protestar de ese modo. La malversación y corrupción de los políticos, la avaricia de los banqueros, el derroche de los cargos públicos, han creado un dilapidador estado del bienestar que ahora se quiere mantener con drásticos ahorros casi imposibles en una sociedad acostumbrada al consumismo superfluo e insolidario. Si ya había gente que no llegaba al fin de mes, que carecía de lo imprescindible, ¿qué será de ellos?

La fotografía de arriba corresponde a un momento de la manifestación en la plaza de San Agustín. También las había en la del Ayuntamiento y en la de la Virgen…

Yo tenía que ir a la otra punta de la ciudad para participar en un coloquio de una uan mesa redonda sobre “Medios y religión”. Me costó Dios y ayuda llegar. Tomé un autobús que se desvió de su ruta porque los manifestantes bloquearon las calles. Me dejó tirado. Luego cogí un taxi que me hizo lo mismo y después de andar largo rato, y cruzar materialmente la manifestación, un segundo taxi me dejó al fin en el lugar de destino. A las seis de la tarde salía del Cabanyal, a las 10 de la noche, con regreso en taxi, llegaba a casa.

¿Que cómo me salió a mí mi ponencia? Yo tenía que disertar sobre “Cine contemporáneo y hecho religioso”. ¡Sólo me dejaron a mí hablar cinco minutos, porque los otros ponentes se enrollaron!

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