sábado, 15 de enero de 2022

¿SON DIOSES LOS MÓVILES?


¿Es el teléfono móvil nuestro nuevo dios?

 

El martes pasado perdí mi teléfono móvil. Estuve leyendo una hora en el parque y dejé el dispositivo sobre el banco en el que estaba sentado por si había que atender alguna llamada. Fue una mañana en que el sol de invierno acariciaba y se estaba muy a gusto. Cuando acabé la lectura, cerrado el libro, lo guardé en mi bolso y me levanté dejando olvidado allí el teléfono. Cuando me di cuenta volví sobre mis pasos y ya había desaparecido. Una mañana que había sido muy agradable se me tornó en amarga.

 

Así que por la tarde tuve que comprarme uno nuevo. Estuve manipulándolo para poderlo hacer funcionar, cosa de conseguí por lo menos en lo más elemental y quedé con un amigo al día siguiente para que él me lo configurara completa y totalmente.

El miércoles fui pues adonde estaba mi amigo y antes pasé por la Basílica de la Virgen. Lógicamente siempre entro a rezar una salve. Allí dentro y en aquel momento estaban celebrando la eucaristía y el sacerdote pronunciaba la homilía. Qué casualidad, el celebrante andaba hablando de los teléfonos móviles que decía ellos son ahora los nuevos dioses de nuestra época, de los que no podemos prescindir y adoramos absolutamente.

 

Después de lanzar unas cuantas condenas más hacia los televisores, ordenadores, internet y otras cosas modernas, nos invitaba a volver nuestros ojos al Dios verdadero. Me parece que exageraba mucho, por cuanto si es verdad que estamos atados a los móviles, muchos de nosotros no lo hacemos por propia voluntad e incluso para otros se ha convertido en un instrumento de trabajo bastante eficaz. La vida moderna tiene sus dos caras: la agradable y también la amarga.

 

Así que como estaba yo algo cabreado por el disgustillo de la pérdida, aún me fui de la basílica con más enfado. Ah, mi amigo configurándome el móvil, fue sumamente eficaz. Desde aquí se lo agradezco.

 

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