Ha fallecido Paco Vañó.
Seguramente muchos de los que leáis esto quizá no sepáis quién era. Era un sacerdote que tenía ya 93 años, nacido en Foios y criado en Bocairent y que había estado unos cuantos años antes, conmigo, trabajando en la parroquia de San Antonio de Padua Como vicario y adscrito. Era un hombre muy humilde y sencillo y algo especial. El mismo me decía que era un poco raro, pero no era eso, si la sencillez y la humildad y la tranquilidad se pueden llamar rarezas. Me llevaba muy bien con él, y podía confiar totalmente la parroquia cuando yo me ausentaba algunos días de ella.
Tenía una mentalidad muy abierta (no sé si porque estuvo durante muchos años como misionero en Argentina, en contacto con comunidades cristianas muy pobres, de la periferia, como gusta llamarlas el papa Francisco). Era un hombre del Vaticano II, tolerante, que buscaba como yo una Iglesia, como pueblo de Dios, más cerca del sentido común y menos clerical.
Con un trato sencillo con la gente, con la sonrisa, siempre en los labios además del cigarrillo, verdaderamente fue una gran ayuda callada, silenciosa, casi anónoma para la parroquia de San Antonio de Padua.
Descanse en la paz del buen Dios, el siervo fiel y prudente que fue don Francisco Vañó.