Era el RETIRO DE CUARESMA, cuya meditación la dirigió nuestro arzobispo don Enrique. Una plática muy interesante que me resonó vez una especie de pequeña clase magistral de teología. No en vano nuestro Arzobispo ha sido profesor durante casi toda su vida.
Después compartimos algunas experiencias, como fueron los que dieron los curas párrocos de los pueblos a los que la DANA había hecho tanto daño (Sot de Chera que ha quedado arrasada y nadie se acuerda del pueblo, Chiva, Utiel, Ribarroja…) El retiro era para los sacerdotes de las Vicaría que abarca una gran extensión de la provincia diócesis, desde Utiel y sus aldeas hasta ela Alta Serraníay el Rincón de Ademuz, incluyendo las comarcas de Llìria y de Chiva. Éramos muchos algunos de ellos sacerdotes muy jóvenes, o eso me lo parecía qué a mí que ya soy muy anciano). Después de una comida con menú conventual nos marchamos a casa. Había muy buen ambiente y fue para mi muy interesante y alentador el estar con tantos compañeros curas.
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