lunes, 16 de diciembre de 2019

BAJO EL CIELO DE LLÌRIA





El cielo de Llìria.

Estos días en que el otoño se convierte en invierno, la naturaleza nos regala un espléndido obsequio: el cielo y las nubes se transforman en lienzos de increíbles formas y colores. La desventaja de vivir en la ciudad donde para mirar un pequeño retazo del  cielo tienes que levantar demasiado la cabeza, se transforma en emoción  cuando estoy en Llìria. Allí puedes contemplar el cielo abierto y los magníficos espectáculos que ofrece. 

Estos días del inmediato invierno, al estar tan bajo el sol, refracta a la tardecer sobre las nubes, encendiendo el cielo en mil cálidos colores que parece salidos de la paleta de Van Gogh; pero también, durante el día, el techo del cielo sobre Llìria forma nubes llenas de variadas formas caprichosas. La foto de arriba está tomada el sábado pasado a mediodía, donde las nubes blancas  y aborregadas, parecen como si las alas desplegadas de San Miguel, allá en su cerro, protegieran el barrio del Raval.

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