lunes, 10 de octubre de 2022

REVUELO EN LAS SACRISTÍAS

 


Revuelo en las sacristías

 

Estos días en la diócesis de Valencia, entre los clérigos y sus alrededores que suelen reunirse en las charlas de sacristía hay un cierto revuelo, casi una revolución porque Monseñor Cañizares hasta ahora el Arzobispo-Cardenal de la diócesis va a ser sustituido por el obispo de Tortosa, Monseñor Benavent. Aunque no todo cambio es por si bueno, hacía falta ya abrir una nueva puerta a la diócesis, dado que Monseñor Cañizares estaba ya muy mayor y la naturaleza misma de las cosas  exigía dicho relevo. Mucho revuelo mediático en prensa, redes e Internet ha precedido dicho cambio. Y los curas están expectantes y nerviosos aún cuando a Monseñor Benavent se le conoce en estos pagos desde hace mucho tiempo: es de Cuatretonda y estudió y se ordenó en la diócesis de Valencia.

 

Como yo soy un poco “antimitra”, sigo con escepticismo estos acontecimientos y más dada la situación actual  de párroco interino que espera la jubilación.

 

De todos modos esta iglesia que tenemos en Valencia no se plantea -¿en la Iglesia universal tampoco?- una cuestión sumamente importante: en los tiempos primeros de la Iglesia, sus miembros -laicos y jerarcas, todo el Pueblo de Dios- participaba en la elección de sus pastores  (no sólo obispos y Nuncio como ahora se hace). Me dirán que la Iglesia no es democrática pues su orden es divino y Dios no es democrático. Yo pienso que el estado social más adecuado al ser humano es la democracia por tanto, “si la gloria del hombre es la gloria de Dios”, Dios amará la democracia. 

 

Así que no me resigno: hay documentos y tradiciones que aseguran que los primeros años del cristianismo los laicos junto con los clérigosparticipaban activamente en la elección de sus obispos. Sin hacer plebiscitos, cuando la Iglesia dejará entrar los vientos democráticos en sus cerradas sacristías?

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