Ya ha
comenzado la Semana Santa Marinera. La Semana Santa de esta parroquia en la que
yo soy cura, una Semana Santa muy peculiar que sabe algunos a extraña y casi
pagana. Una semana Santa cuyas cofradías han preparado y esperado hasta hoy con
gran impaciencia comenzar sus desfiles profesionales. El viernes pasado, Viernes
de Dolores, se hizo la procesión de la Virgen de los Dolores titular de la Corporación
de Granaderos de esta Parroquia.
Casi
una odisea. La procesión se prolongó casi dos horas y media. Aunque el
recorrido se podía haber hecho, como otras cofradías lo hacen, en una hora y
pico. El trono anda que porta la imagen bellísima por cierto, de la virgen de
los Dolores, quizá pesaba demasiado o
los porteadores o costaleros venían ya muy cansados. Lo cierto es que había
parones de hasta quince minutos hasta que los costaleros recobraban el
resuello. Yo que ando muy flojo de piernas, me cansé y casi quedé reventado.
Mucha
gente en las aceras. Muchos espectadores y mirones, pero también gente que con
devoción la miraba pasar. Ella parecía decirnos " Mirad y ved si hay un
dolor más grande que el mío". En el corazón de los fieles que la veían
pasar me imagino que resonarían las palabras de Jesús "Mujer ahí tienes a
tu hijo, hijo ahí tienes a tu madre"
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