Casi, casi sin darnos cuenta, casi hemos terminado ya la Cuaresma. Al ser ya la semana que viene Semana de Pasión, la Semana Santa se nos ha echado encima.
Se inauguró
el miércoles de ceniza, pero dos días después tuvo lugar el Solemne Pregón de
la Semana Santa que pronunció el señor Arzobispo.
(Y en los
dos primeros domingos siguientes, misas de cofradías y misa de bendición de un trono anda con sus imágenes).
A la semana siguiente realizamos las charlas
conferencias de la “Missio Porta Fidei”, con notable éxito pero un quórum poco
numeroso. Una pena. Yo también como predicador de la misión estuve la semana
pasada en tres tardes en la parroquia de San Leandro haciendo también las
charlas. Diré que había un buen número de personas escuchándome. Tuve la sensación
de que a mí no me salió tan bien. Me pareció estar muy tenso en la charla. No
sé si fue porque el párroco decidió que las predicaciones se hicieron bajo el
formato de unas charlas cuaresmales.
Y ahora la
semana fallera, una semana prácticamente que ralentiza y frena todo tipo de actividad
parroquial. Así que la Cuaresma de 2013, como fina arena cogida en un puño de
una mano, se ha ido escapando entre los dedos.
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