EL SUFRIMIENTO, ¿DE DONDE VIENE?

El sufrimiento y el dolor no son regalo de Dios. Placer y dolor sólo son dos estados de la naturaleza humana. Ambos se tornan en sufrimiento o en  gozo a través de nuestra conciencia. Los animales padecen el dolor pero no lo sufren. Lo mismo ocurre con el placer que se convierte únicamente en una satisfacción física.

Pero los humanos, con nuestra capacidad de autoconciencia y raciocinio, convertimos placer y dolor en emociones y sensaciones psicológicas que retrotraemos o proyectamos a través de la filtración de nuestro sentido del tiempo.Todas las religiones han intentado buscar cuál es el origen del mal y del bien, del dolor y del placer. Muchas lo han encontrado buscando fuera de la misma naturaleza humana. Alguien desde fuera -Dios, el Demonio- son los causantes.

Job preguntó a Yahvé si él es el emisor del mal en el mundo. Pandora fue la causante de la dispersión de éste, según los griegos. Mucho mas tarde Voltaire y Rousseau se lo plantearon, y, entre los últimos, Albert Camus se llenaba de angustia ante el dolor de los inocentes.

Ninguna respuesta “divina” hay del por qué del sufrimiento. Lo mismo le ocurrió a Jesús de Nazaret. Preguntó a su Padre Dios en Getsemaní, protestó en la Cruz…

Ayer, a un buen amigo, un infarto casi le fulminó. Lo operaron de urgencia. Parece que la cosa va bien. Rezo y espero que sea así, pero sigo sin entender el porqué del dolor y no puedo aceptar que éste sea un “regalo de Dios”. Decir eso, sin los filtros necesarios de lo religioso, me parece aberrante. ¿Será que me está faltando la fe?