Ayer 2 de agosto, fue la fiesta de la Virgen de Los Ángeles, un título muy hermoso que atribuimos a la Virgen María. Promovida la devoción por San Francisco de Asís, a quien se le apareció, los franciscanos que tuvieron un convento en el Cabanyal seguramente influyeron al imponer a la parroquia el nombre de la Virgen de los Ángeles como titular.
¡Qué fiesta desde entonces organizan sus vecinos y feligreses! Este año había tres sencillas novedades: el sacerdote que la presidió era un joven misacantano que fue ordenado hace dos meses. “L´Orfena” un personaje que desfila en la procesión y es un recuerdo muy antiguo de cuando una muchacha que perdió a sus padres y fue acogida por la Cofradía de la Virgen ha sido representado este año por una muchacha, Edurne, de 13 años. Y por último la bandera valenciana, la Señera, que siempre Miguel Prima, -presidente que fue de la cofradía durante muchos años y ahora un intercesor que tenemos siempre en el Cielo y que portaba en el día 9 de octubre, ha salido también en nuestro desfile festivo. Me parece una magnífica idea la incorporación de ese signo tan entrañable, y que llevará siempre su hijo mientras pueda…
Qué tarde, pues, más feliz pasé yo también en la parroquia de Los Ángeles del Cabanyal, donde durante doce años tuve la alegría de cuidar pastoralmente como párroco. Cuanta alegría, entusiasmo e ilusión vi en la gente que honraba a la Mare de Déu dels Ángels. Toda la celebración fue una alarde de cuidado y esmerada preparación por parte de todos para que la fiesta saliera perfecta como se cumplió. Me sentí como un hijo más del Cabanyal. Clavaris i clavarieses, adelante porque vais por el mejor camino.
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