Después de seis meses internado en el hospital de Portacoeli, donde he ido muy lentamente recuperándome, por fin parece que voy saliendo de la oscuridad del túnel y ya voy viendo la luz. Es el inicio de me rehabilitación, con la que estoy consiguiendo retornar a alcanzar otra vez mis habilidades físicas. Un día es ya poder andar, otro, mover con normalidad las manos con sus dedos, otras veces es lograr desenvolverte con normalidad y empezar a ejecutar acciones y funciones que tuve que perder al comienzo de enfermedad.
Precisamente, en la última semana de noviembre en que cumplí el año de mi hospitalización entonces en LIíria, he comenzado a andar, con tambaleantes pasos como los de un bebé. No os podéis imaginar con que alegría (y miedo ) lo hice.Era el día de la Purísima.
Luego, comencé a celebrar mi misa con normalidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario