miércoles, 13 de noviembre de 2013

Yo estoy también con Filipinas





Desde la impotencia de mi cómoda vida aquí en Valencia, desde la sensación que me da ser un "mirón" a través de la ventana de la televisión que todo lo frivoliza, me duele en el alma la terrible situación de Filipinas

Todo mal, incluso el que llega desde la misma naturaleza se puede contestar desde una respuesta humana: la de solidaridad de todos. Pero ésta no puede ser sólo un simple sentimiento; hay que pasar a la acción. ¿Cómo pasar a ésta desde un distancia de miles y miles de kilómetros?

No puedo dar recetas y ojalá las tuviera. Yo voy a colaborar materialmente a través de Cáritas y voy a rezar -creo en el poder omnímodo de la oración- intensa y constantemente por esos desdichados filipinos.

Y tú, ¿qué harás?

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