Estos días
de otoño tardío, que se resiste a aparecer en las tierras de Valencia, son días
de remembranza, de recuerdos, de nostalgia, incluso de leve melancolía. Son esos
días en que llevamos flores a nuestro muertos en el cementerio. Se nos acongoja
el corazón al recordar aquellas personas que tanto queríamos que ahora ya no
están con nosotros y cuya presencia y compañía extrañamos. Nuestro corazón se agranda con
estos sentimientos tan nobles que expresa, el amor el afecto, la añoranza de nuestros
seres queridos.
Muchos
pensamos naturalmente en la muerte, a quien algunos aterroriza, asusta y hace temblar y sin embargo, a otros
sosiega, aquieta sus inquietudes, hace crecer en el corazón la hierba verde de la de esperanza.
¡ESPERO LA
RESURRECCIÓN DE LA CARNE Y EN LA VIDA ETERNA!, creo, afirmo y digo en el Credo.
(Otros, quizá
porque no tengan arrestos, valor y coraje para enfrentarse a tan trascendente asunto,
se relacionan con la muerte en esa huída hacia delante que es la celebración del
estúpido Halloween. Lo grave no es que se aprovechen las discotecas de tan
"delirante" evento, sino que grupos católicos o colegios de niños se
presten a esta estúpida fiesta importada desde fuera)
La muerte y
lo que hay más allá, el temor que provoca, los tabús con los que nos protegemos
de ella. ¡El sentido auténtico de la vida humana se descubre precisamente en la
muerte! Aquí en la parroquia de San Antonio de Padua nosotros vamos hablar de
todo eso, en el CINE FÓRUM que hoy viernes vamos a realizar, viendo la película
"DESPEDIDAS", A las 9:00 de la noche. Estáis todos invitados, amigos.
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