La Hermandad del Rocío de Valencia renovó su nueva Junta Directiva el mes pasado. Hoy sábado toman posesión de su cargo en un acto religioso y entrañable en la Parroquia de los Ángeles donde tiene su sede canónica. Como en todas las asociaciones este hecho implica comenzar una etapa nueva en su recorrido y en su historia de Hermandad. Ha sido elegido como presidente un socio ya veterano en la hermandad y de relativa juventud. Llega a la hermandad y a su dirección como hermano mayor con ilusión a pesar de que sabe que le esperan muchas dificultades.
La anterior presidenta de la cofradía rociera ha enviado una carta de despedida donde ha expuesto los objetivos conseguidos durante su tiempo de mandato. Importantes metas y altas cimas ha logrado incluso en muchas situaciones donde ha parecido que tenía que nadar contracorriente. Yo desde aquí la felicito y me alegro por todos esos sus logros. Todo se ha hecho para conseguir que la hermandad del Rocío haya podido compaginar la devoción y el amor a la Blanca Paloma y a la vez la creación de una mayor fraternidad en la convivencia de los hermanos. Le pido a la Virgen que la premie con sus bendiciones.
También en la carta ha expuesto algunas serias dificultades y problemas con que se ha encontrado durante su mandato. Algunas me parecen graves y yo también cuando fui director espiritual de esa hermandad las sufrí. Convivir con algunos miembros de la hermandad que, porque piensan de distinta manera, olvidan las reglas de la fe y del compromiso (sí, eso se llama también tolerancia, diálogo, perdón) se hace muy difícil y provoca una ralentización del avance eficaz en el camino de fraternidad que la Hermandad tiene que andar. Comparar lo que se hizo antes y lo que se está haciendo ahora no es en absoluto nada bueno para la hermandad y nocivo para todos los hermanos.
Quizá nos falte a todos un poco de humildad y nos sobre mucho de la soberbia de creer que tenemos las mejores fórmulas y los más fuertes razones para dirigir. No hemos de poner palos a la ruedas de la carreta del "Simpecao". También hay que dejar de ser hermanos “nominales” que solo quieren dejarse arrastrar por comodidad o rutina y no empujar y colaborar con la Junta que es la locomotora de la Hermandad.
Esta es mi opinión de alguien que ha estado dentro de una Hermandad que nunca olvida y a la que sigue queriendo. Mi experiencia de consiliario durante tantos años ha sido que cuando el Director espiritual y el Hermano mayor han formado un tándem muy unido, la hermandad del Rocío de Valencia ha ido viento en popa. Por eso, este sábado, aquí, en mi Parroquia de San Antonio de Pádua, rezaré para que la Virgen del Rocío incremente la ilusión d ella nueva Junta Directiva y ayude a esta Hermandad a ser lo que muchas veces ha sido: una Hermandad modélica.
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