miércoles, 3 de febrero de 2021

POR SAN BLAS, LA CIGÜEÑA VERÁS


Hoy es San Blas, santo de mucha devoción en la iglesia católica.


Fue obispo de Sebaste, en Armenia, y murió decapitado a principios del del siglo IV bajo las garras de la la persecución del emperador Diocleciano. De joven se retiró al desierto y vivió en una cueva. Lo nombraron obispo y la misma cueva se convirtió en Sede Episcopal, o sea, como un palacio episcopal de ahora cosa que los obispos debieran ponderar (!). Era médico y se dice que curó a un niño que se había atragantado con una espina de pescado. Por eso es abogado y protector en las enfermedades de la garganta. Sin embargo sajaron su propia garganta al cortarle la cabeza.


En muchas parroquias hoy se bendicen unas galletas que se entregan a los devotos para que se las coman y su garganta no se queje. En la parroquia de San Valero, de Ruzafa, aquí en Valencia, es una gran fiesta aunque hoy por la pandemia habrá estado muy limitada. En Bocairent y en Ayorra también es una gran fiesta. Recuerdo que en la parroquia de Alpuente, allá en la Alta Serranía, se bendecían al final de la Misa, naranjas, seguramente porque por su altitud allí los naranjos no crecen. 


Un amigo mío sacerdote y gran amigo, esta tarde en su parroquia, ha improvisado una pequeño homenaje a San Blas: ha comprado pastas en el Mercadona de al lado,  las ha metido con toda precaución e higiene en bolsitas y después de bendecirlas las ha repartido a los fieles, que han quedado muy satisfechos. Como veis con qué poco se puede hacer pastoral. Ya que la medicina y. La ciencia nos está fallando tanto, al menos que la magia de la religión nos cure.


¡Por San Blas, la cigüeña verás! O sea que quedan menos fríos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario