domingo, 28 de febrero de 2021

TABOR



 Tabor

Quien mira la luz de tu rostro

ve el inquieto perfil de la hoja en su árbol, 

escucha el silencio escondido en el fondo del bosque, 

sorbe la gota de agua prendida en el musgo del arroyo.


Paralizados los ojos y el aliento trocado en piedra.

Nada hay entonces como la nada.

Dichoso aquel que no siente entonces tu mirada,

ni sobre su hombro siente el peso de tu mano.


Pero hay otros caminos que tus pies pisan,

otros paisajes que graban tus pupilas. 

Cierra, si no, los ojos,

y la noche se tornará en una luz encontrada.


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