martes, 26 de enero de 2021

EN LA MUERTE DE D. LUIS IVAÑEZ DE LARA Y TRENOR

 


Hoy han dado sepultura en el Cementerio General de Valencia a mi gran amigo Luis.

El coronavirus cruel se lo ha llevado y ante el desconsuelo, ¿ qué es lo que estoy pensando?  Sé que esto es solamente un paso transitorio de nuestra vida incrustada en la eternidad. Mi amigo, se ha trasladado, desde aquí, al otro lado de la vida, a  la otra orilla donde Dios habita y donde todos nos encontraremos.

¡Cuantas horas de andar juntos, de conversar de muchas cosas, de confidencias espirituales, y sobre todo, de charlar sobre algo que a él le apasionaba: la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Valencia.

El la hizo nacer como fundador y fue testigo activo de aquellos sus primeros años que estaban llenos de ilusión pero también de graves dificultades. Pero él siempre andaba velando por su Hermandad, la sentía como si fuera una criatura suya, siempre preocupado porque siguiera siempre el buen rumbo de una autentica asociación pública de la Iglesia. Su testimonio cristiano de Hermano Mayor fue siempre un magnifico estímulo. ¡Cuantas cosas yo aprendí de él!

Nos ha dejado ahora, que parece que el mundo está dejado de la mano de Dios, pero él sabía que no, que Él siempre tendrá la ultima palabra, “porque los que ahora siembran entre lágrimas, cosecharán entre cantares”.

Yo ahora doy gracias por lo que fue, ya que todo lo que fue es lo opuesto a la muerte y al caos y me recuerda aquello que San Simeón dijo: “Sabes que no morirás porque estás dentro de la vida que sientes entera bullendo en tu interior”.

Detalle del triple mosaico que D. Luis ofrendó al Santuario del Rocío 



1 comentario:

  1. Comparto plenamente tu acertada exposición sobre don Luis, alma y espíritu de la Hermandad, hombre sencillo, trabajador y eficaz. Espero y deseo que, tras haber saltado la reja definitiva y última, Dios lo haya acogido en su seno.

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