viernes, 22 de enero de 2021

POR LAS BARBAS DEL PROFETA (y II)

 


El libro de Eduardo Mendoza “Las barbas del profeta” va comentando uno a uno los grandes momentos de aquella historia de los israelitas que nosotros llamamos Historia Sagrada: Adán y Eva, Caín y Abel, el arca de Noé, el rey David, la historia de José, la historia de Daniel, etc. etc. El autor en su comentario -respetuoso con los que creen estas historias- va intercalando entre ellas citas de las películas clásicas y alguna que otra puya sarcástica de ese su humor tan propio. Pero no mucho, cosa que nos hubiera gustado más.


También dedica las últimas páginas al Nuevo Testamento, pero se le nota que apenas tiene interés por él. Más aún dice que la figura de Jesucristo a él, cuando niño, no le era muy simpática ni atractiva. (¿Qué maestro, qué cura se la enseñaría?). Naturalmente para una persona descreída, todo esto le lleva sin cuidado y hasta le parece pueril. Tampoco hay que irse muy lejos a los terrenos de la no creencia.


Hay muchos que se dicen católicos cuya fe aprendida de niños se quedó anclado en su infancia. Y la fe que en estos momentos tiene es tan infantil que no se sostiene al encontrar al tropezarse con cualquier argumento histórico o científico adulto. Sin duda Eduardo Mendoza no tiene fe cristiana y si la tuviera estaría al nivel de la llamada “fe del carbonero”. Escribio mucho y escribió muy bien: espero que su próximo libro esté a más altura .


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