No me gusta sin embargo los entierros de los famosos. Ya en el tanatorio se producen auténticas romerías de gente de su alrededor que con un una rosa en la mano y una lágrima en la mejilla afirman que eran muy amigos del finado. Luego, en el cementerio se suele armar un “botisferio”, de gente conocida del mundo cultural, que afirman que han perdido a un gran amigo, que era un gran actor o escritor. Gafas oscuras simulan ocultar los ojos húmedos de esta gente que cuando vivían seguramente, tenían en el olvido a los que ahora lloran. ¿No se les ocurrió darles trabajo? En verdad todo esto me apena.
También me deja indiferente cuando el famoso que fallece después de muchos años de edad, Porque muchas veces pienso o que ya habían fallecido, y otras veces aún más maliciosomente creo que su muerte en edad tan avanzada no es más que un truco para ellos aparecer por útima vez en el primer plano de las noticias. El último fogonazo de focos lentejuelas y alfombras rojas. Es algo cruel, pero ¡c´est la vie!
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