viernes, 14 de febrero de 2025

THE BRUTALIST




 

A PROPÓSITO DE THE BRUTALIST”.

DESTINO Y FRUSTRACIÓN DEL SUEÑO AMERICANO.

 

Precedida de un gran ruido mediático y con el entusiasmo de la crítica, he visto he visto, digo, la película que al parecer va a acaparar gran número de estatuillas del Óscar. Dura dicha película, como aquellas de la edad de oro del cine, tres horas y 35 minutos. Incluida una pausa de 15 minutos de descanso.

 

Supongo que los espectadores conocerán el porqué del título “The Brutalist”: en arquitectura, hubo una tendencia por los años 50 del siglo pasado, de construir con los materiales poco nobles: hormigón, ladrillo, hierro, acero etc., en bruto. Este estilo en el arte de la construcción de edificios se llamó “brutalismo”. El protagonista de la película, un arquitecto, adopta pues, este estilo en su forma de expresar su sensibilidad de artista dentro de la arquitectura “brutalIsta”.

 

Pero salvada esta explicación, lo importante de este filme, realizado por Brady Corbet (autor de dos filmes “La infancia de un líder” y “Box lux: el precio de la fama”), es ponderar la realización e intención de esta película. Precedida de un prólogo y acabada en un epílogo, ambos nos muestran el deseo de un gesto iconoclasta- precisamente ahora en que triunfa el Trumpismo, el fulgor y brillo del sueño americano donde la exhibición del poder se nos muestra de un modo impúdico- y en donde aparece la reversión de esa ilusión triunfalista del sueño americano.

 

Nuestro protagonista judío Lazslo, salvado del Holocausto en el campo de concentración, desembarca en la isla de Ellis como un emigrante y refugiado más. Desde el mismo barco contemplamos la estatua de la Libertad en distintas posiciones, bocabajo, lateralmente., mientras que en el epílogo a través de un travelling lateral (toda una opción moral, como decía Godard) se nos muestra los grandes éxitos que este visionario arquitecto realizó en una exposición de la Bienal de Venecia.” The brutalist “ nos narra entonces todo el camino que este hombre (interpretado magníficamente por Adrián Brody) tiene que recorrer: pobreza y miseria, humillaciones y desprecios, hasta ser reconocido, pero a la vez contemplamos como el mismo se conduce con la misma injusticia y tiranía con que a él lo han tratado.

 

En su tema la película no puede dejar de recordarnos aquella que interpretó Gary Cooper y Patricia Neal “El manantial “. Siempre en el cine los artistas y genios de la arquitectura aparecen como colosos y héroes, defendiendo -contra todos- sus objetivos artísticos. Véase a Charlton Heston como Miguel Àngel en la película “El tormento y el éxtasis” de  Carol Reed, en 1965,  donde éste aparecía como un coloso que se peleaba y se oponía cuando pintaba la capilla Sixtina, a las ingerencias y caprichos del, ni más ni menos,  mismo papa Julio II.

 

Algunos críticos elogian “The brutalist” y la elevan a la categoría de obra maestra. No hay que apresurarse: las obras maestras al final las decide el tiempo. Personalmente, yo le veo algunos defectos, aparte del feísmo que llena la película y alguna escena de tipo sexual que  molesta al espectador. El final del filme me parece algo atropellado por cuanto el personaje de la sobrina del arquitecto no está abiertamente situado, y su desenlace parece algo rebuscado. Al espectador solamente le pido paciencia y dedicación, dada la prolongada longitud temporal de la película.

No hay comentarios:

Publicar un comentario