Aunque este verano ha sido muy
duro de roer por las olas de insoportable calor que nos han hecho sudar de lo
lindo, también ha traído algunas ventajas para mí, al obligarme a estar encerradito
en casa: he leído mucho y de todo, pero sobre todo algunas novelas que son los bet-sellers de la temporada: “La
delicadeza”, “El abuelo que saltó por la ventana y se
escapó” “Descansa en paz”… al final, todo fruslerías, o como se dice,
simples lecturas de verano.
Simultáneamente, y como es vieja
costumbre, a la vez he visitado una vez más a mis clásicos: he leído medio Quijote
por enésima vez, y esa maravilla de relato corto que es “Las ratas” de Miguel Delibes.
También he hecho mis lecturas
sesudas: “El holocausto español” de Paul Preston, que estoy terminando: difícil
por lo duro que es.
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