San Antonio de Padua que no se llamaba originariamente Antonio (su nombre era Fernando) y había nacido en Portugal, es uno de los santos del Iglesia católica más populares. En cualquier templo, y en todos los lugares del mundo, siempre habrá una pequeña o gran estatua dedicada a este santo milagroso. Fue a la vez que un hombre muy sencillo y cercano, un gran intelectual y elocuente orador. Se hizo, después de ser agustino, fraile de San Francisco de Asís a quien conoció. Quizás sea la versión"light" del santo de Asís.
Mañana en esta parroquia del mismo nombre celebraremos su fiesta. Hoy por la tarde a las 8:15 tendrá lugar una interesantísima charla sobre "Una experiencia de evangelización en las islas Filipinas". Su interés está en, además de su amenidad, por ser un exponente claro de las dificultades que el anuncio de evangelio de Jesús en el mundo hoy suceden.
Concelebrada por varios sacerdotes y mañana a las 8 de la tarde la solemne Misa cantada por dos buenos coros. Al acabar la Eucaristía se bendecirán y repartirán los panecillos de San Antonio, llamado “El pan de los pobres” como signo de aquella cercanía en que el santo de Padua tenía siempre con los más desheredados. Todo será al final rematado por u sin breve recital de los coros “Resonare fibris" y "Santa María del Mar”.
Os invito a todos vosotros, mis amigos, y adelanto, a los Antonios y Antonias, mi felicitación onomástica.
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