viernes, 15 de noviembre de 2019

RETIRARSE EN GILET



La semana pasada estuve de ejercicios espirituales. El lugar fue el monasterio de Santo Espíritu del Monte en Gilet. Magnífico sitio para encontrarse con uno mismo qué es lo primero que yo busco cuando me aparto “del mundanal ruido” y así, una vez hallado, Dios surge en mi interior y es lo que provoca que me encuentre con los demás. ¡Curioso: para mí,  retirarse  es  encontrarse!

Y  en  Santo Espíritu de Gilet, todo perfecto y cumplido. La hospedería del monasterio, con una reciente restauración es muy cómoda. La comida quizá demasiado frugal. Me vino bien para mi dieta. Los frailes franciscanos, que habitan aquel claustro, atentos y amables. El director de los ejercicios, un obispo ya jubilado, nos ofreció las meditaciones de  hombre creyente,  sencillo, cercano y claro.

El silencio del lugar, el entorno de su maravillosa naturaleza, - cielo azul, verdes pinos, rodeno de los montes-, donde di largos paseos, la reflexión tranquila, la oración personal y en grupo, mis lecturas elegidas, hicieron que los objetivos se cumplieran: un gran tiempo conmigo mismo, con dios, y con los otros veintisiete compañeros sacerdotes que hicieron conmigo estos ejercicios espirituales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario