Uno de los incentivos que yo tenía para ser suscriptor y lector diario del periódico El País era la satisfacción de encontrar en su página correspondiente la viñeta de Forges. Cada dibujo suyo, cada ocurrencia era una auténtica y verdadera editorial, con más mensaje y claridad que la de los más sesudos editorialistas de este periódico. Falleció él, y su espacio lo ocupan ahora otros dibujantes que no tienen para mí el encanto ni la chispa ni la profundidad de aquel gran viñetista y humanista a la vez.
Hoy y aquí, publicó esta viñeta en recuerdo de Forges, y también con aquel mensaje que él repetía constantemente para que “no nos olvidáramos de Haití.”
Ahora más que nunca.
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