domingo, 16 de junio de 2013

Una escena y una parábola (A propósito del Evangelio)






El Evangelio de este domingo nos presenta una maravillosa escena con tres personajes: una mujer que llora apesadumbrada por su pasado. Un fariseo incapaz de perdonar, sólo capaz de condenar.  Jesús que perdona, que abre la puerta del futuro a una mujer que creía que ya no lo tenía.

La escena repite también aquella otra historia en la que Jesús, para hablar del amor, del perdón, del Padre Dios, no narra la parábola del hijo pródigo. La mujer pecadora es el hijo pródigo que se encuentra con el perdón del padre (aquí Jesús), y ¡ay! , la incomprensión e intolerancia del hermano mayor (Simón, el fariseo)

"En el pecado, está la gracia", "en el pecado, está el perdón", "aunque peques mucho, ama mucho, y encontrarás el perdón" son frases conocidas con gran acierto: a veces sólo los grandes pecadores nos pueden explicar lo grande que es el perdón de Dios. Jesús contando la parábola de los dos deudores a los que se le perdona la deuda, nos vuelve a explicar de nuevo cómo es Dios, su padre y nuestro padre.

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