“Todos los sueños
son como el humo, los vemos moverse por dentro llenos de volutas, espesándose o
aclarándose. Por la mañana, abre uno los ojos y es como si se abriera de par en
par una ventana. Vemos cómo la ventana los succiona y los disuelve en el aire.
En el mejor de los casos, se conforma uno con el perfume que ha dejado”.
De “Una
caña que piensa - Salón de los Pasos Perdidos”. Andrés Trapiello. Ed. Pre-Textos-narrativa. Valencia,
1998.
No hay comentarios:
Publicar un comentario