lunes, 17 de octubre de 2016

Una asamblea en la catedral



Había más en laicos que curas. No se veía mucho entusiasmo, del que seguramente aportaron más los seglares. Era la Asamblea para consultar el Proyecto Diocesano de Pastoral que se celebró el sábado en la catedral, llena, pero no a rebosar, que era lo que todos esperaban, pues siendo muchos los convocados, no todos acudieron. A mí, estas reuniones multitudinarias no me van mucho y,  la verdad,  pienso que no habría hecho falta tantas alforjas para tan corto viaje. Tal vez porque había algo de prisa  (el curso ya está empezado) se ha hecho de esta grandiosa manera eligiendo este procedimiento de urgencia. Pero el proyecto definitivo podría haberse aprobado pasando por parroquias y arciprestazgos para ser votado.

La asamblea consistió en un discurso introductoria del Arzobispo con  la presentación del Plan Pastoral, introducción visual y oral de las propuestas y  después, votación individual con un dispositivo electrónico  que nos permitía decir sí, no o me abstengo. El resultado era el de esperar. Lo interesante de este proyecto creo que ha sido más el proceso de elaboración y corrección de propuestas y textos, que la misma ratificación. Ahora el Obispo es el que tiene la última palabra. Llamar asamblea a esta reunión final es una palabra que sólo suena muy bien. ¡Ay, la democracia!


Pese a todo esto, que son cosas menores, el Proyecto Pastoral puede sentar muy bien a la labor de muchas parroquias y centros de pastoral evangelizadora. También hay que dar una nota bien alta a la organización que trabajó el encuentro, que tuvo todo a punto y acertado siendo como había que manejar una multitud como la que se juntó en la catedral.

No hay comentarios:

Publicar un comentario