Carlos Boyero, periodista y sobre todo crítico de cine -el más nombrado-, suele escribir con contundencia y con bastante mala leche casi siempre sus opiniones sobre lo que pasa en este país. A veces estoy en desacuerdo con sus juicios sobre películas y también con sus artículos sobre la actualidad. Parece un viejo cascarrabias nihilista, de vuelta de todo. Pero suele ser muy certero. A mi me gusta aún cuando otras veces no lo aguante. Su columna del sábado pasado en EL PAIS no tiene desperdicio.
Honra
Me pregunto si la gente normal siente algún interés ante el repulsivo circo que están montando. Solo me atrae la política cuando Shakespeare me habla de ella
Es muy cruel el esperpento y la vileza congénita que está ofreciendo esa cosa tan sucia llamada política. Me pregunto si la gente normal, a la cual ellos ignoran o desprecian aunque vivan de ella (¿existen los ERTE para la clase política, corre el más remoto peligro su sueldo?), siente algún interés ante el repulsivo circo que están montando. Solo me atrae la política cuando Shakespeare me habla de ella.

Y mientras tanto seguimos con acusaciones de marquesado y de paternidad terrorista. El nivel es cochambroso. Y lo que nos falta por escuchar.