jueves, 16 de mayo de 2013

REBELDE, los niños de la guerra




Rebelde (War witch) Canadá, 2012) de Kim Nguyen

Rebelde, cuyo título original es la bruja de la guerra (War witch) es una película dirigida por el cineasta de origen vietnamita, pero que vive desde su infancia en Canadá. Presenta la denuncia de esa terrible lacra olvidada  por occidente que es la situación de los niños soldados en África. La película sobre todo en su primera parte, muestra a través de casi un documental realizado con vertiginoso brío, la situación y los crueles sufrimientos de esos niños obligados a la fuerza a coger las armas. Después, la película se remansa y gira alrededor del idilio entre los dos adolescentes. Las visiones extrañas de ella y los ritos mágicos de él, añaden a la película una fuerza o una dimensión exótica y religiosa propia de esas culturas tan desconocidas por los occidentales. Hay escenas de violencia extrema dado el tema del filme.

Aunque el filme de Kim Nguyen está muy bien realizado y tiene un excelente guión (desde aquí se recomienda para ser visto, especialmente para padres y educadores) adolece sin embargo de caer en la mirada tópica del espectador europeo. Parece como si todos los problemas de África fueran siempre los mismos, y cuya solución, incluso esta película, es asunto de los africanos, que han de llegar a una entente. Cuando no es así: África se ha convertido desde hace ya siglos en el vertedero de los sucios negocios y manejos del capitalismo occidental. La esquilmadora herencia del colonialismo y la voraz ambición de las multinacionales están asolando los países subsaharianos.

Este defecto, aunque es grave, no debilita la fortaleza de este filme tan bien hecho, que reconcilia al espectador con el buen cine. Porque “Rebelde” además de ser un filme denuncia, nos habla de la pérdida de la inocencia, del poder y la tiranía, de la explotación humana de libertad y de la esclavitud, de la importancia de la simbología y ritos religiosos.

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