Dos películas provocan la Tercera Guerra Mundial (es un decir)

Hay ciertos intelectuales, que adjudican al cine la categoría de ser un arte menor. Otros piensan que es un mero entretenimiento circense. Y a fuer de ciertas películas que se estrenan (como las que hoy nos ocupan), yo les daría la razón.

Tal vez esos “culturillas” no hayan podido disfrutar de películas como “El último” o “Dies irae”, o “Centauros del desierto” o “Sacrificio”, o, por ejemplo la última que he visto: “Mr. Turner”. Seguramente la indiferencia que provocan los prejuicios no les habrá permitido admirar estas auténticas obras de arte, comparables al “Quijote”, “Hamlet” o los “Ensayos” de Montaigne. Para estos intelectuales la cultura está sólo en los libros.

Pero lo que es inadmisible, es no querer conceder al cine el valor inmenso de la influencia e interferencia en los gustos, pensamientos, ideologías y cultura de la sociedad en la que vivimos.

Y  aquí vienen los claros ejemplos de dos películas de cine recién estrenadas que a nivel del "mundo mundial" han armado la “marimorena": "Exodus, dioses y reyes" que ha levantado sarpullidos en las iglesias protestantes americanas e incluso ha sido prohibida en países de religión islámica. La película es desde luego una auténtico despropósito, (yo ya la he visto y sufrido).

Pero lo más grave es, la película "Interview" -en España se titula “Una loca entrevista”  y no hay que confundirla con la película excelente de Federico Fellini) que ha desestabilizado el precario equilibrio político con la amenaza de un auténtico cataclismo por parte de ese político-payaso que gobierna en Corea del Norte. ¿Nadie es capaz de pegarle un manotazo a esa "mosca cojonera"? La película debe ser una auténtica birria, pero va a pasar a la historia del cine pese a todos sus deméritos.

No es pues, el cine un arte menor despreciable e intranscendente como algunos sugieren. Su relevancia está a la vista. E igualmente nos ayuda descubrir, aunque eso todos lo sabemos, el tremendo poder que tienen las multinacionales en el capitalismo liberal: Sony es un estado dentro de otro estado.