domingo, 7 de diciembre de 2014

Un cielo nuevo y una tierra nueva (a propósito del Evangelio del Domingo)


“Nosotros, confiados en la promesa del Señor,
esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en que habite la justicia”.

Desesperados y sin paciencia, llenos de ira e indignados, descreídos  y resabiados, miramos el mundo que nos rodea, con sus propias inmundicias y maldades y pensamos que esto no tieen remedio. El terrorismo cruel, las pateras que se hunden, la corrupción y los malos tratos, la tierra entera parece florecida por las flores del mal. Nos ahoga este cielo contaminado y esta tierra vieja.

Y sin embargo el Apóstol Pedro, en su primera carta que hoy en misa hemos leído nos recuerda cual es la esperanza a la que hemos sido llamados: Cristo, el hombre nuevo que nos ha enseñado que en este mundo florezca la paz y la libertad.

No  os desaniméis: confiando en la promesa del Señor “esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en que habite la justicia” ¡Qué suerte siendo creyentes poder nosotros comenzar a realizar este bello sueño!

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