El asesinato de un ultra

El asesinato de un seguidor del Deportivo de La Coruña perteneciente a una peña ultra violenta ha provocado en España una fuerte alarma social. La prensa, en su depravado función de buitres carroñeros, se ha lanzado inmediatamente a pescar toda clase de imágenes y comentarios para mostrarlos. Se insiste en los antecedentes violentos, en la influencia de la familia, en su aspecto patibulario para que el espectador acepte que así tenía que acabar, que él se lo ha buscado.

Al final lo que se llega a olvidar es que a  un ser humano se le ha quitado la vida, y que estos jóvenes desorientados, violentos, y aislados carecen de valores cívicos y sociales que les haga  vivir en esta nuestra sociedad quien precisamente no fomenta dichos valores.

¿Quién puede, entonces educar en valores y trasformar las almas violentas de tantos jóvenes hacia el remanso de la paz? ¿La escuela, la familia, la Iglesia? Las tres parecen haber desertado