Incertidumbre de septiembre
Este mes de septiembre se nos ha venido encima rompiendo con el mes anterior que parecía haberse dilatado por el calor sofocante que nos estaba regalando. Algunos dicen, que como mayo, septiembre es uno de lo meses mas bellos del año. Se puede plácidamente, a la tarde y a la noche, sentir la fresca brisa del día que ha acabado. Ya la luz empieza a ser diferente: no se te impone con tantas horas y toma perfiles dorados a la tarde. De vez en cuando, los truenos furiosos y la rápida lluvia refrescan y despiertan su monotonía.
Pero junto a estas evidencias tan firmes, en estos tiempos calamitosos de pandemia, no se apagan en nuestro corazón las llamas de la incertidumbre: ¿Qué será este mes? ¿qué podré hacer de mi vida cotidiana? ¿Cuál será su camino? ¿Cuajará el incierto futuro que seguirá siendo este horizonte que se oscurece cada vez más?
¡Seguiremos retornando al abrigo de la casa donde la zozobra, el deseo y la esperanza tienen su asiento!
Septiembre siempre ha sido el mes de reiniciar la cotidianidad, volver a arar nuestra vida, retomar lo que durante los meses de verano habíamos dejado.
ResponderEliminarPero de pronto nos damos cuenta de la falta de certeza, de lo precario de ..... nuestra existencia. Nos asombramos de redescubrir lo que siempre deberíamos tener presente, nuestra mundaneidad es incierta y por tanto deberíamos ajustar mejor nuestro tiempo.
Desde esta visión de la vida: ¡Bendita pandemia!