Este domingo es el Domingo del Buen Pastor,
pues al llegar el domingo cuarto de Pascua siempre se lee el evangelio donde Jesús
se nos manifiesta como el Buen Pastor. La imagen es bella, muy directa y además
muy apropiada; fue una de las primeras imágenes que los primeros cristianos esculpieron: un pastor adolescente llevando sobre sus hombros una oveja.
Jesús se aparece a los discípulos, ahora se nos aparece como Pastor.
El evangelio es conciso, muy breve, casi no da más explicaciones que las precisas.
Jesús nos conoce: ¡qué importante para nuestra precaria autoestima, para nuestra
tantas veces anónima personalidad!
Algo también importante para nuestra alegría: estar
orgulloso de pertenecer a este rebaño de Jesucristo, como los primeros cristianos,
que, como dice la primera lectura, estaban
muy felices porque el número de los discípulos de Jesús se incrementaba.
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