viernes, 8 de agosto de 2014

¡Me puede el calor!





Esta es la razón por la cual ni siquiera casi tengo ganas de escribir en mi blog: me puede el calor. Estas semanas son las que mayor calor hace. Aunque parece que estadísticamente el verano pasado era más cálido y el termómetro subió más grados, psicológica y subjetivamente siempre sientes el presente estío como insoportablemente el más caluroso, olvidándote de cómo fue el pasado.

Así que bochorno, vasca, sofocos: de pronto uno se siente como dentro de una olla donde se guisa el cocido. Sudores, duchas y muchos cambios de ropa a lo largo del día. Encerronas en casa ya desde hora temprano, y salir cuando ya casi se hace de noche. Menos mal que en la parroquia el ritmo de trabajo pastoral ha menguado mucho.

En fin, paciencia y acordarse de tantas personas que sin vacaciones tienen que trabajar en lugares donde el pasar calor es inevitable. Y como alivio,una foto de delicioso refresco a la sombra.

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