jueves, 13 de agosto de 2020

COMULGAR CON LA MASCARILLA DEl JOKER


+

Cuando hace un año se estrenó la película “Joker” de Todd Phillips, yo no fui enseguida a verla. Quizá por prejuicios, pues pensaba que era una película industrial más de puro entretenimiento basada en los personajes de los tebeos, no acudí a verla hasta casi un año, después de haber leído críticas positivas y comentarios de recomendación de algunos amigos. Me equivocaba en efecto: me pareció una gran película, muy impactante, que no tenía los socorridos ingredientes del cine barato de terror facil sino que en ella vi una profunda reflexión sobre el mal y su misterio en la vida, sobre las personas qué en la desesperación de su soledad y la desolación de sentirse relegados, excluidos, despreciados y olvidados no encuentran otra respuesta de salida en la vida que ejecutar el mal. 

Ya digo: la película “Joker” me parece una reflexión muy profunda sobre el misterio del mal. Porque hay personas qué son esencialmente malas, que no pueden evitar hacer el mal. Ya el libro de Job en la Biblia emprendió también este tipo de reflexión sobre el mal y el sufrimiento, iluminada por la fe en un Dios que parece callar. En la película, el pobre payaso es un hombre que sufre y qué solamente pretende salir de su sufrimiento haciendo el ma .  Pero aquí éste se intenta descubrir en la nada, si ninguna sin ninguna referencia religiosa o a la trascendencia.


Bueno, pues todo eso lo comento a raíz de que el otro día celebrando la Santa Misa en el momento de dar la comunión se me acercó una persona (a la que conozco, a la que en ningún momento le puedo atribuir mala voluntad sino tal vez inconsciencia) a recibir la Sagrada Comunión ¡con una mascarilla que representaba la parte inferior del rostro del Joker! Pensé que se me aparecía el demonio que se acercaba a comulgar. Cuando estuvo delante de mí, se quitó el cubrebocas siniestro y yo le di de comulgar. Son cosas qué pasan muchas veces en los templos. Estaba claro que no es ese el tapabocas más apropiado con el que habría que acudir a comulgar, pero a ver quién Indica eso en ese momento al interesado. ¿Serán cosas, ay, de este terrible tiempo de calamidad que estamos pasando?

No hay comentarios:

Publicar un comentario