miércoles, 21 de abril de 2021

EL INSACIABLE APETITO DEL FUTBOL


El insaciable apetito.

Otra vez el mundo del deporte-espectáculo nos presenta un caso más de mal ejemplo para la sociedad. ¡Qué lejos del verdadero espíritu que el deporte bien ejecutado posee! Esa propuesta de Liga Internacional de solo los equipos de futbol más poderosos, más ricos (incluso en deudas), más famosos, ha sido rechazada con espanto por deportistas -sobre todo los que no son de élite, - políticos y prensa, clubes pequeños, con gran espanto y con alto escándalo. Los han tachado de ambiciosos, avariciosas, insolidarios. Un insaciable apetito: Triunfar ellos, ganar aún más dinero y que se fastidien los equipillos que a trancas y barrancas parecen sobrevivir… Yo entiendo nada de futbol, pero yo siento una gran simpatía haca esos equipos de futbol que con pocos medios, estadios “caseros”, futbolistas sin relumbrón, se juegan el alma en sus encuentros: el Almería, el Huesca, el Levante, el Betis… ¡Que alborozo cada vez que derrotan a alguno de los gigantes, que ilusión cuando suben a la primera división…!

Yo, como con todo lo que se refiere al futbol, me quedo atónito y descolocado. Comprendo el rechazo de unos y otros, pero no me escandaliza: el futbol es un negocio descarado -sobre todo a esos niveles de  prestigio- y los equipos de futbol son empresas que siguen los dictados del liberalismo económico y el capitalismo más feroz. Poner zancadillas, eliminar al oponente, desembarazarse de activos molestos que frenan o merman la ganancia debe ser su prática habitual. ¿Quien se atreve a hablar de ética y nobleza de espíritu deportivo?

 

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