jueves, 22 de abril de 2021

LOS OSCARS 2021, EN TIEMPO DE PANDEMIA

 


El próximo domingo día 25, a la madrugada nuestra, se adjudicarán las famosas estatuillas doradas de los premios Óscar del presente año. Éstos premios comenzaron a concederse a las mejores películas producidas en Estados Unidos ahora hace la friolera de 91 años, allá por 1929, en la transición entre el cine mudo y el sonoro, cuando la industria norteamericana del cine se había consolidado y se había hecho poderosa. Los principales estudios de filmación consideraron la oportunidad de establecer unos premios que estimularan e incentivaran la producción de películas que se había convertido por aquel entonces en un boyante negocio. Antes de la pandemia, la industria del cine norteamericano aportaba un alto porcentaje de ingresos en el producto internacional bruto de la economía norteamericana.

Así que este año de 2021 el cine se ha visto totalmente sumido en una crisis sin precedentes. La novedad es que no solo la ceremonia oficial que se celebra en la ciudad de Los Ángeles va a ser sin paseíllos por la alfombra roja, sin “glamour“, con mucha austeridad y especialmente mediática. los miembros de la Academia del Cine Americano han tenido menos películas para elegir, por lo que la depuración ha sido mas fácil. En este año de la pandemia con muchos cines cerrados se han estrenado menos películas, algunas seguramente quedarán olvidadas en los estantes de los almacenes de los estudios. Otras, que estaban en fase de realización, se han quedado frenadas en su producción. Quizá, también y como siempre, esta crisis del cine tiene sus ventajas: el replanteamiento de nuevos enfoques en la política de producción del cine norteamericano. Y más cuando la intrusión de las plataformas digitales de cine que han sustituido durante estos meses de encierro a las salas de cine, provoca lógicamente en las estrategias de los estudios cinematográficos distintos, radicales y nuevos planteamientos.


¿Sin las salas de cine es posible seguir viendo cine? ¿Una película es menos película si la vemos en la pantalla grande de nuestro salón? A los que nos gusta mucho, mucho el cine, pensamos que la experiencia de la sala de butacas, a oscuras, y llena de espectadores que comparten una misma experiencia de ideas, sentimientos y emociones, es insustituible. En el salón, y en el sofá, rodeados de la familia y con la mascota a los pies, y el móvil abierto, es bien difícil tener la concentración, silencio y dedicación que utilizamos cuando estamos en la sala oscura de un cine.

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