Con desvelos, con sacrificios, con a veces incomprensiones, su voluntad "militar" consiguió que aquí en las tierras valencianos se erigiera una Hermandad del Rocío que inmediatamente fue reconocida por la Hermandad Matriz de Almonte. Esta Hermandad de Valencia ha sido siempre verdaderamente ejemplar como cofradía religiosa. A ella se acercaron muchos que solamente querían bailar o montar a caballo o beber "fino". Pero pronto se cansaron de ella. Lo que perduró siempre fue una auténtica y evangélica devoción a la Virgen del Rocío. Era la constante preocupación de don Luis que fue durante bastantes años el Hermano Mayor. Como hermano el nos enseñó a vivir con fe verdadera el amor a la Blanca Paloma. Yo, también hay que decirlo, le ayude muchísimo como Director Espiritual y el colaboró conmigo en todo. Ni que decir tengo que trabamos una gran amistad.
Don Luis Iváñez de Lara murió en enero pasado, como un caído más por causa del cruel coronavirus. No pudimos, los que lo queríamos ,y éramos prácticamente toda la Hermandad, despedirnos de él. Hoy, día de San Luis Gonzaga, es su santo. Esta tarde la Santa Misa que he celebrado en la parroquia, la he ofrecido por su eterno descanso: sé que allá estará gozando de la gloria de María, la Reina de las Marismas.
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